2 de junio de 2011

¿Laberinto o espiral?


Tengo una sensación extraña que me desconcierta. Sus cortas palabras de cariño, sus instantes de pasión, los prolongados días de silencio, su deseo repentino de mis caricias y besos, sus necesidades de apego y apoyo… unos días sí y otros no.  ¿Qué puedo pensar yo?  

Antes que todo, pienso que la vida es un laberinto donde pareciera que una salida pronto fuera a encontrar. Te ahondas en lo más lejano del camino, atraviesas obstáculos y los logras superar… hasta que un muro de contención enorme bloquea del todo tu paso. No hay salida en los pasos por avanzar y para salir pronto sin morir en el intento, te echas para atrás.  Así me pasa en el aquí y el ahora. Mi vida es ese mismo laberinto, a veces oscuro, a veces incierto. Camino por un túnel a ciegas, sin un rumbo establecido. Toco puertas, albergo esperanzas, elevo plegarias para que me ayuden a esquivar cualquier piedra del camino, que a veces hiere a profundidad o que en ocasiones no deja de ser solo un leve dolor. 

Me he aferrado a la soledad para que sea mi consejera, sin encontrar en ella la plena seguridad de que lo que he hecho en la vida ha estado bien. Siempre me he ido al fondo de las cosas (como en el laberinto), atravesando caminos pedregosos pero de muchas enseñanzas. Esos caminos son difíciles, oscuros e inciertos… pero a veces  en el trasegar muestra algunos matices de alegría y ensueño que hacen un poco ameno el caminar. Sigo avanzando… conozco gente maravillosa, amigos espléndidos que alimentan mi ego, al darme cuenta que tal vez YO tenga un algo especial para que ellos estén a mi lado. Reímos, nos divertimos, jugamos, cantamos, bailamos… soñamos; cuando es necesario lloramos, nos consolamos y hasta nos animamos a seguir. Después vuelve la calma, gente nueva llega y otros de los que alguna vez estuvieron, se van. Así es todo…

Después de los amigos, queremos encontrar al “amigo”, ese especial que te escucha y te comprende… pero que además te abraza, te mima, te besa y te llena de estrellas los cielos nublados. Un amigo de esos he intentado buscar, pero siempre he dado los pasos incorrectos para saberle llegar. Siento que es un ciclo que se repite una y otra vez, es como el espiral que va subiendo pero el que va recorriendo el mismo camino. Así me siento yo, un espiral que hacia arriba va emergiendo pero que queda encerrado en ese mismo circulo…. ¿Será que estoy repitiendo la historia? A veces creo que sí, pero mejorando un poquito ante cada error. Lo que no sé es, ¿Qué es lo que buscan ellos? ¿El amor y el cariño que se les da, no será suficiente para que nos demuestren un poquito de afecto? ¿Será que volví a dar con la persona que no es? ¿Será que no tengo claro lo que quiero… o será que ellos no aprecian lo que tienen? ¿Será que me falta algo? ¿Será que no busca eso… sino aquello? ¿Será que la que ha creado esa realidad soy yo? Ante tantas preguntas sin respuestas me volví a confundir, pero seguiré buscando las respuestas, así tenga que volver a empezar este mismo capítulo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

que lindo escribes te felicito

Unknown dijo...

¡Hola amiguita!!!
En primer lugar, como te dije en algún momento, he leído tu artículo, hoy me tomé el trabajo de leerlo con más calma y lo reitero, tienes una forma excelente de escribir, te felicito por expresarle al mundo tu forma de ver las cosas y te animo a que lo continúes. Me halaga sobremanera que me hayas compartido tu blog y que cuentes con mi punto de vista.
De cierta manera, muchas de las situaciones que narras también las he vivido y por tanto me identifico con ellas. Pienso que tienes en este momento enormes ventajas respecto a lo que quieres hacer y lo que tienes; creo que si en este momento te encuentras con alguien, esa persona debe estar al mismo nivel en cuanto a que tenga claridad sobre lo que espera de una relación, y no limitarla a todos aquellos elementos, acciones y emociones que la acompañan (besos, caricias, salidas, etc.).
Por lo tanto, es necesario que evalúes la conveniencia de mantener una relación con una persona que sólo la tiene de momentos y quizá para resolver alguna carencia... sería absurdo decir que no tenemos necesidades, pero esto tampoco implica irnos al otro extremo de tener a alguien que nos tome como luces de navidad, que a veces sí y a veces no.
En ese sentido, lo más lógico es que tengamos ese sinsabor cuando la persona no responde a nuestras expectativas, luego puede que estemos dando más de lo que esperamos, lo cual sería peligroso para nuestra afectividad, o bien, esa persona no está al nivel de nuestros principios y valores, lo cual también sería contraproducente (a menos que esto tampoco lo tengamos claro y solo queramos pasar el rato).
Después de todo este carretazo, ¿Qué te puedo decir? La experiencia me ha mostrado que hay dos aspectos fundamentales, como son el tomarse los tiempos y espacios necesarios para conocer a alguien, a fin de que no pasemos en un momento dado (porque puede suceder) que la persona adopte comportamientos o actitudes que no sean lo que esperamos y terminemos decepcionados.
La emoción inicial, la química, la atracción y esas cosas realmente son maravillosas, pero tenemos que buscar cómo protegernos en caso que no lleguen a darse las cosas con esa persona que nos llame la atención; tú conoces de primera mano lo que me sucedió y está sucediendo con una persona que también conoces.
Aunque me alcancé a poner mal momentáneamente porque veo que es complicado establecer una relación con esta persona y aunque en mi cabeza y corazón aún está esa idea de que "me gustaría mucho", esta vez para mi fue diferente porque sentí que fue ganancia que esa persona lo supiera debido al miedo de entusiasmarme con alguien de nuevo.

Unknown dijo...

(continúa)

Muchísimas veces he tenido que recibir "no" por respuesta, antes me ponía mal y me cuestionaba fuertemente sobre "en qué me equivoqué", pero aprendí que hay cosas que están fuera de mi control y que si ese alguien no quiere o no puede recibir lo que quiero ofrecerle, igual la vida sigue y no he perdido nada, como te dije alguna vez, no hemos perdido ni la cabeza, ni los brazos. Si he dado algo, quedo de cierta forma tranquilo porque hay alegría en dar cosas buenas.
Aún conservo un poco de ese temor de abordar a alguien, pero he aprendido a enfrentarlo y a manejarlo dado que hoy no tengo nada que perder y he ganado más para mi mismo. Yo tengo un 50% para ofrecer, la otra persona verá si lo aprovecha, o no.
Hace ya casi un par de años tuve un noviazgo con una persona que reunía casi que al 100% lo que quiero para mí; esa persona actualmente no está y decidió hacer su vida, inclusive de una forma que no me lo esperaba. En últimas, ya no hace parte de mi existencia aunque tenga que verla todos los días y eso me dejó un proceso supremamente doloroso que de hecho me hizo sentir asqueado de la humanidad. No obstante, a punta de perseverancia, esfuerzo, restauración del autoestima, y siendo un poco "egoísta" me di cuenta que si vas a entregar mucho, tienes que dejar algo para ti y pensar que nada es para siempre... tampoco al extremo de decir "no espero nada de nadie" porque ahí es cuando al contrario tenemos un signo de que deseamos alguien que quiera ofrecernos algo bueno, especialmente en los momentos de tristeza.
Por otra parte, creo firmemente en que "La soledad no es buena consejera", tenemos momentos en los que no compartimos con nadie, es natural y es benéfico cuando necesitamos estar concentrados en algo o evaluarnos nosotros mismos sobre lo que queremos y deseamos; pero también estoy convencido que no hay nada mejor que tener a alguien que te apoye, que se alegre de verte y que puedan compartir momentos, experiencias, recursos con los que puedan construir cosas en grande. Yo lo llamo, tomando lo que me dijo una persona cercana, "mis fichas de Lego".
Pienso que tú tienes bastante de esas, tienes cualidades, es esencial darse el espacio suficiente para conocer a alguien, y así como tú te proyectas, tienes ideales y sueñas metas bonitas, quien esté a tu lado debe estar en la capacidad de pensar en ello para lograrlas y construir cosas en grande, personalmente y en conjunto, o mejor, en pareja.
Aquí es donde me atrevo a disentir un poquito de lo que dices respecto a que entre los amigos, quieres tener "El amigo".
La verdad pienso que eso realmente corresponde a una pareja, y yo reconozco que ese anhelo llegué a considerarlo algo como algo para avergonzarse porque no falta el que te juzgue o se burle de eso o que diga que uno no tiene que ponerse a buscar porque eso llegará o porque encontrar a alguien es algo como tan normal que por eso uno llega a hacerse a la idea de que "todos los que me rodean tienen pareja y yo no".

(sigue)

Unknown dijo...

(parte 3)

Hoy en día creo que esos son sentimientos válidos, nada mejor que alguien que te complemente para que te apoye y camine a tu lado. Te invito a considerar que lo que tú hagas sea incorrecto... resérvate el derecho de entenderte a tí misma como un ser humano, creo que no hay fórmulas infalibles para llegar a alguien... si definitivamente esa persona no tiene la disposición de seguir esa dinámica de dar y recibir cariño en la misma proporción, no te afanes en "quemar pólvora en gallinazos" como dice el dicho y recuerda que tienes una ventaja y es que tienes cosas claras respecto a la persona que deseas a tu lado lo cual es una enorme ventaja.

Mi segunda invitación es evitar cuestionarte sobre lo que te falta porque a todos siempre nos falta algo... eres una mujer profesional, estudiosa, alegre, espontánea, linda, todo ello se evidencia en tu forma de escribir, y esos factores unidos a otros más son definitivamente atractivos para una persona que valga la pena y que sepa observar lo que tienes para ofrecer.

Estoy convencido que alguien que no sea recíproco en el cariño simplemente no es para uno y por eso hay un proceso de conocimiento necesario y desde luego que la otra persona "la tenga clara" al momento de tomar decisiones importantes en lo que respecta a cómo interactúas con ella, es decir, si son amigos o pareja. Muchísimas veces he visto quienes por no hacerle daño a la otra persona, fingen amor, cariño y no hay nada más triste que tener a alguien por un interés superficial o que carezca de autenticidad, sobre todo en ese aspecto.

No tengas miedo de preguntar abiertamente a alguien qué es lo que está buscando, total que como lo dije anteriormente, si por ejemplo estás solo o sola, no tendrías porqué perder, y si alguien no está dispuesto a poner los esfuerzos para ayudarte a ser feliz, aunque cueste trabajo lo mejor es tomar distancia de esa persona y seguir uno su camino, no alejándola completamente pero bajo otras condiciones y no cerrar el corazón a nuevas oportunidades.

Creo que las mujeres tienen una gran ventaja y es que siempre tendrán por ahí uno que otro pretendiente, la clave es tomarse el tiempo necesario para ver si esa persona realmente vale la pena y si no, pues seguir solo pero atento y dejar que en la espontaneidad vayan llegando nuevas oportunidades... ¡Si no llegan, darse a conocer pero sin ser pretencioso mientras vemos qué pasa!

Bueno, disculpa este pequeño tratado pero me diste tema para hablar, quizá no lleguemos a estar de acuerdo al 100% pero estos puntos de vista te permitan tomar decisiones para lo más importante: tu bienestar.

¡Un abrazo!