18 de agosto de 2010

Alcancé a tocar el cielo


Alcancé a tocar el cielo con las manos. Toqué las estrellas y las puse sobre mí. Alcancé a conocer nuevas galaxias... universos paralelos... miles de maravillas que no superaban lo que estaba sintiendo en ese momento. Sentí que era mío, que solo yo era la dueña de esas palabras... pero me quedaba la duda. Igual intenté soñar con eso y mi noche fue grandiosa.

Al despertar tenía que enfrentar una realidad. No sabia que hacer, no sabia que decir... pero sin pensarlo mucho me arriesgué. Le pregunté sobre su mensaje en mi teléfono celular... Él se sorprendió intentando comprender qué le estaba diciendo. Le expliqué y después todo se aclaró, y pude confirmar el temor que me acechaba desde que abrí los ojos en la mañana. Su mensaje no era para mi... su mensaje era para alguien mas. Por eso me extrañaba la ternura de sus palabras y el cariño con el que lo expresaba.  Desde lo alto alcancé a ver el duro suelo y caí. 

Me sentía como un ave con las alas rotas, un corazón desecho y un sueño frustrado. Puede que pierda una batalla... pero no dejare de luchar. Seguiré buscando sus ojos hasta que vean la profundidad de los míos, seguiré leyendo su cuerpo en silencio y le declamaré poemas en mi corazón mientras se da cuenta lo que siento por él. Espero no volver a elevarme tanto, espero no soñar en vano. Espero solo que mis plegarias sean escuchadas; así que Dios, no me dejes sola en mi petición.

15 de agosto de 2010

Duerme...

Duerme mi dulce ángel... duerme mientras te admiro. 
Duerme... porque acallados se encuentran nuestros cuerpos 
pero los corazones mas encendidos. 

Duerme mi dulce ángel, mi pedacito de cielo. 
Te has convertido en mi todo... en un abrir y cerrar de ojos,
y ahora solo quiero cuidar tu sueño mi dulce amor.

Duerme como niño, porque así te veo... 
como aquel ingenuo de las caricias y los besos.

Duerme eterno amor,
con aquel silencio que apacigua la tempestad y calma los mares furiosos.

Mañana despertaré, pensando en ti... 
imaginando que te admiré en una noche sin fin.

13 de agosto de 2010

Sueño...



Que tan confundido se puede volver el corazón de una persona, en especial cuando su corazón ha sido tan poco querido. Cualquier señal de cariño de algún chico hacia mi se ha convertido en la ventana abierta para dejar volar mi imaginación y permitir que mi cariño se convierta en una ilusión.  Amores fugaces que se forman en mis pensamientos, los sueños inalcanzables de un misterioso sentimiento que quiere desbordarse en mi. Noches enteras soñando con sus dulces labios despertándome de esa eterna soledad. Soñaba cómo un príncipe azul me tomaba entre sus brazos y me declamaba todo su amor, pero solo era eso, un sueño... un sueño con un príncipe sin rostro, porque tratando aun de recordarlo no podía. 

Las mañanas se vuelven trágicas con el vacío de mi cama, como el llano infinito de ese paisaje en el que lo dibujé a él. Sus palabras me llegaban al pensamiento, palabras ficticias deseosas de hacerse realidad, con su voz calmada y apacible pero entregada en profundo deseo y seducción. Solo un sueño. Soñando despierta.

Ahora si despierto... completamente vacía. Me doy cuenta de que he errado en mí. De nuevo levanto la mirada y sigo como si nada. Ahora ¿qué mas me falta vivir? ¿qué más me falta soñar?.